Residentes de la región etíope de Oromia han denunciado que cientos de personas han muerto y miles se han visto obligadas a abandonar sus hogares por varios ataques milicianos ocurridos a finales de la semana pasada en el territorio de Welega, convertido ahora mismo en una de las zonas más conflictivas del país.
Según los residentes, en declaraciones al ‘Addis Standard’, los ataques tuvieron lugar en la población de Kiramu (Walega Oriental) el 25 y 29 de noviembre y fueron efectuados presuntamente por miembros de las milicias Fano que tienen su origen en la región de Amhara, en el norte del país.
Este sábado, el diputado oromo Jawar Mohamad ha asegurdo que al menos 350 personas han muerto y más de 400.000 han acabado desplazadas en un verdadero éxodo ocurrido en las poblaciones de Kiramu, Kombolcha y Gabate (en Horo Guduru) y Kuyu y Wara Jarso (Salale y Shawa Norte). Estas estimaciones no han podido ser verificadas.
«La oficina de comunicación del gobierno anunció oficialmente que todos los residentes de Kiramu se vieron obligados a huir al distrito vecino», ha hecho saber Mohamad en su cuenta de Twitter. Según un censo de 2007, vivían unas 150.000 personas en esta población.
Durante los últimos tres años, los servicios de telecomunicaciones se han visto bloqueados en gran medida en cuatro regiones de Wollega debido a los continuos enfrentamientos entre el Ejército de Liberación de Oromo (OLA) y las fuerzas gubernamentales.
Entre este aislamiento y la emergencia del conflicto en la región de Tigray, los combates en Oromia han escapado de la atención de los medios, lamentan los residentes.
A los enfrentamientos cabe añadir la acción de estas milicias Fano, conocidas de un tiempo a esta parte por luchar contra los rebeldes del Frente Popular de Liberación de Tigray (TPLF) y que han sido acusadas de perpetrar masacres contra la población civil.