El ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, ha estimado este sábado al menos 18 casos de amenazas contra misiones diplomáticas e instituciones de doce países en los últimos días, que ha descrito como actos de «terrorismo e intimidación» que no podrán «quebrantar» la voluntad de sus embajadores.
«A día de hoy, hay 18 casos de amenazas en 12 países: un intento de atentado terrorista en España, paquetes con amenazas en forma de ojos arrancados de animales en Hungría, Países Bajos, Polonia, Croacia, Italia, Austria, República Checa, el Vaticano, Francia, así como una carta sospechosa a Estados Unidos», ha hecho saber en un mensaje publicado en su cuenta de Telegram.
El miércoles se produjo una explosión en la embajada de Ucrania en Madrid. Una carta con una bomba casera, dirigida al embajador, fue abierta por un empleado de la misión diplomática. Recibió una herida leve en el brazo derecho y buscó atención médica en un hospital de Madrid. Las autoridades españolas están tratando el incidente como un ataque terrorista.
El viernes, el Ministerio del Interior español confirmó otro envío sospechoso que contenía un ojo de animal aplastado, guardando similitud, por tanto, con otros paquetes recibidos en embajadas de este país invadido por Rusia. Descartó, no obstante, la existencia de ninguna sustancia explosiva o deflagrante, así como de un mecanismo para su activación.
Interior había confirmado hasta ahora otros seis paquetes con material pirotécnico con un mecanismo que provoca una «deflagración por llama súbita» al abrirlo. El primero de ellos se envió el 24 de noviembre al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. La Audiencia Nacional ha asumido la investigación.
En paralelo, y antes de conocerse el nuevo sobre en su embajada en España, el Gobierno ucraniano había señalado que en los últimos días han llegado «paquetes sangrientos» con ojos de animales a las embajadas del país en Hungría, Países Bajos, Polonia, Croacia e Italia, y que también se han registrado envíos sospechosos en consulados del país en Polonia, República Checa e Italia.
Según Kuleba, de esta manera «los terroristas intentan intimidar a los diplomáticos ucranianos y debilitar e intimidar a Ucrania», así como «socavar la importante labor diplomática para garantizar el suministro de armas y equipos energéticos a Ucrania, así como para aislar a Rusia».
«Creen que pueden asustarnos y detenernos o debilitar el apoyo internacional de Ucrania. Puedo ver por qué lo quieren. Hoy la diplomacia ucraniana es una fuerza poderosa que se enfrenta al enemigo», ha añadido.
«Ya hemos intensificado la seguridad y estamos trabajando con los cuerpos de seguridad nacionales de países extranjeros para localizar y castigar a los villanos. Mi respuesta a los que están detrás de esto es simple: es inútil intentarlo. Los diplomáticos ucranianos no deben ser intimidados ni quebrantados. Seguiremos trabajando con eficacia para proteger a Ucrania del enemigo y de nuestra victoria», ha concluido.