La Unión General de Trabajadores de Túnez (UGTT), el sindicato más poderoso del país, con más de un millón de afiliados, ha rechazado la celebración de las próximas elecciones legislativas en el país y avisado con una posible huelga general dentro de la crítica más dura contra el presidente, Kais Saied, desde que se arrogara el año pasado competencias totales de poder en lo que sus opositores han descrito como un autogolpe de Estado.
«Vamos hacia unas elecciones que no tienen sabor ni color. Elecciones que resultan de una Constitución que no dio cabida a la consulta y que no obtuvo el visto bueno de la mayoría», lamentó el líder sindical Nuredin Tabubi en un discurso ante miles de simpatizantes el pasado sábado sobre los polémicos comicios legislativos convocados para el 17 de este mes, boicoteadas entre otros por el partido islamista Ennahda o el opositor Frente de Salvación Nacional, que aglutina a decenas de partidos y organizaciones civiles.
Los críticos de Saied argumentan en este sentido que los comicios emergen de un régimen autocrático y que esta votación no es más que una excusa para consolidar su poder con un Parlamento debilitado, todo ello en medio de una grave crisis económica.
La oposición, de hecho, ya boicoteó el referéndum constitucional de julio, que reforzó las competencias del mandatario y quitó peso al Parlamento, que se encontraba dominado por Ennahda en el momento en el que Saied procedió a su disolución hace cerca de año y medio.
Tabubi ha avisado al Gobierno de la primera ministra, Najla Buden, de que combatirá cualquier medida que «ataque las necesidades básicas y haga pasar hambre a la gente», antes de condenar «los tratos secretos» entre bambalinas durante las actuales conversaciones de ayuda con el Fondo Monetario Internacional.
«Vamos a combatir por todos los medios legítimos y militantes posibles», ha amenazado el líder de un sindicato que se opone a los proyectos de privatización de las empresas estatales que prestan servicios públicos (agua, electricidad, transporte) ya la abolición de los subsidios a los productos básicos alimentarios y energéticos.
Tabubi ha avisado de que «todos los indicadores económicos del país están en rojo» y criticó al Gobierno de Buden por una gestión caracterizada por «el endeudamiento y la falta de transparencia». Es por ello que anunció su intención de convocar al órgano ejecutivo de la UGTT «antes de que acabe el año» para examinar una serie de opciones entre las que se encuentra la posiblidad de declarar una huelga general, según declaraciones recogidas por el portal Tunisien Numerique.