El Ministerio de Salud de Líbano ha registrado ya 652 contagios de cólera desde el estallido en octubre del primer brote en 30 años en el país, si bien la cifra de fallecidos se mantiene estable en 20 durante las últimas horas, según el último balance dado a conocer a última hora del pasado sábado por las autoridades.
Los cuatro nuevos registrados durante las últimas 24 horas y los más de 4.000 casos todavía sospechosos aunque sin verificar, siguen poniendo de manifiesto la gravedad de un brote que ha llevado a las autoridades de Líbano a llevar a cabo una campaña de vacunación de tres semanas, coincidiendo con la recepción de 600.000 dosis de vacunas ofrecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
El viernes fueron vacunadas 8.802 personas, elevando el número total a 476.918 de personas inmunizadas desde el lanzamiento de la campaña el pasado 12 de noviembre.
Las autoridades recuerdan que la crisis todavía no ha terminado, especialmente en las zonas más afectadas, en Akkar y el norte, y en menor medida en el Monte Líbano, el valle de la Bekaa y Baalbek-Hermel.
Cerca de 200 personas, entre administrativos y enfermeros, equipados por Cruz Roja Libanesa (CRL), se desplegaron por la mañana en varias poblaciones de Akkar, donde está realizando la vacunación según un programa determinado por el Ministerio de Salud, en coordinación con UNICEF y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).