El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha alertado este lunes de que cerca de 37 millones de niños y niñas en todo el mundo han sido víctimas de un «desplazamiento masivo» debido a las crisis y los conflictos armados, un dato sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial.
Durante la presentación de su Informe de Acción Humanitaria para la Infancia (HAC) para 2023, la agencia de la ONU ha recordado que «cada vez más niños están expuestos a históricas sequías e inundaciones por los efectos del cambio climático», a lo que se ha sumado «la proliferación de conflictos, la inestabilidad política, las consecuencias de la pandemia de COVID-19 y los crecientes movimientos migratorios».
En un año que comenzó con 274 millones de personas con necesidad de asistencia humanitaria y protección, la situación se ha recrudecido exponencialmente a lo largo de 2022, especialmente debido a la guerra en Ucrania y la inseguridad alimentaria.
Así, José María Vera, director ejecutivo de UNICEF España, ha lamentado que desde 2015 «se ha triplicado el número de niños que de una u otra forma necesitan ayuda humanitaria» debido a la «combinación de varias crisis». «A esto se le llama policrisis y se ha visto reforzado por la COVID-19 y ha fragilizado los sistemas de salud», ha explicado antes de afirmar que «esto ha supuesto un retroceso en los indicadores de pobreza y los procesos de vacunación» a nivel mundial.
En este sentido, ha advertido que más de 400 millones de menores viven en zonas de conflicto, mientras que unos 1.000 millones hacen frente a una «vulnerabilidad extrema», especialmente en países sumidos en conflictos bélicos. Se trata de una situación sin precedentes «que atraviesa a la infancia» y hace de la ayuda humanitaria una cuestión «esencial» para salvar sus vidas.
«Esto se ve exacerbado en situaciones de conflictos que se enquistan. (…) La crisis del cambio climático ya afecta a nivel significativo a miles de niños en todo el mundo, como por ejemplo la sequía en el cuerno de África y las inundaciones en Pakistán», ha puntualizado Vera antes de incidir en que «todo ello combinado ha llevado a que casi 37 millones de niños se hayan visto desplazados, el número más alto de las últimas décadas».
Según Vera, que ha destacado la importancia del apoyo psicosocial y el acceso a agua potable, unos seis millones de menores se enfrentan a la «explotación y el abuso sexual» en todo el mundo.
«Somos conscientes de que lo que hacemos no es suficiente, hace falta más porque es una situación sin precedentes que nos lleva a tener que redoblar esfuerzos en lugares como Afganistán o Ucrania, pero también en zonas olvidadas que tienen las mayores brechas en su financiación», ha subrayado.
Por ello, ha hecho un llamamiento para obtener 10.300 millones de dólares (9.700 millones de euros) para poder prestar ayuda a millones de niños. «Pido a todos nuestros socios que refuercen la acción humanitaria urgente en un llamamiento enfocado en salvar vidas», ha sostenido.
Asimismo, ha denunciado que la situación es especialmente crítica en países como Afganistán, Ucrania, Siria, República Democrática del Congo y Etiopía, mientras que el informe puntualiza que ocho millones de niños menores de cinco años viven en una quincena de países sumidos en una grave crisis.
SITUACIÓN EN JORDANIA Joana Pérez, asesora de Alianzas y Movilización de Recursos de UNICEF para Oriente Medio y el norte de África, ha destacado el caso de Jordania, que presenta «uno de los niveles más altos de refugiados per cápita del mundo». «Si hiciéramos la comparación con España, es como si España hubiera recibido 3,5 millones de refugiados. Este es el peso y la hospitalidad del pueblo jordano», ha destacado.
«Esta región se caracteriza precisamente por eso, por los refugiados y desplazados internos. Se ha establecido el número de refugiados en la región, pero el número de desplazados internos sigue subiendo, con un 30 por más. Esta región se ha visto afectada por los conflictos pero también por olas de calor impresionantes que afectan al acceso a agua potable. Aquí se ven las consecuencias del cambio climático», ha advertido.
Además, ha señalado que solo este año han muerto 580 menores en la región, lo que supone una «catástrofe» y un dato «inaceptable» que debería hacer reaccionar a la comunidad internacional. «Yemen es una de las crisis humanitarias más complejas y es el país con mayor número de desplazados internos a nivel mundial, y el impacto de la guerra es devastador», ha rememorado.
Llegados a este punto, ha recalcado la importancia de «recordar conflictos como el de Siria», que comenzó hace doce años. «Como sabéis, los refugiados de Siria han salido del país en su mayoría y se encuentran en países como Turquía, Irak, Egipto», ha indicado antes de añadir que los refugiados se enfrentan en gran medida a «retóricas de odio».
No obstante, ha hecho hincapié en la «gran solidaridad vista en Ucrania», una cuestión que «da esperanza». «Somos solidarios, el sufrimiento no tiene pasaporte», ha zanjado.
UCRANIA Y MOVILIZACIÓN HUMANITARIA El caso de Ucrania ha acaparado todas las miradas después de que la comunidad internacional se haya volcado con el país desde que comenzó la invasión rusa a finales de febrero. Afshan Khan, directora de UNICEF para Europa y Asia central y coordinadora especial para la respuesta ante la Crisis de Refugiados y Migrantes en Europa, ha enfatizado que se trata de la «mayor movilización humanitaria a nivel mundial».
«Damos las gracias a aquellos que han dado apoyo a UNICEF desde febrero, lo que ha permitido facilitar acceso a tratamiento médico y agua potable. (…) 1,3 millones de niños han recibido apoyo educativo y 400.000 hogares con familias vulnerables han recibido dinero», ha resumido.
Sin embargo, ha avisado de que la infancia en Ucrania está a punto de enfrentarse a «uno de los inviernos más oscuros, con las temperaturas que ya están bajando en algunas de las zonas más frías del país, donde se están produciendo apagones por la falta de combustible».
Los datos recabados por UNICEF no incluyen por contra el número de menores desplazados debido a la pobreza o el cambio climático ni a aquellos que se han visto obligados a desplazarse por la invasión rusa de Ucrania, que ha provocado la crisis humanitaria más grave en menor periodo de tiempo desde los años 40.
El documento recoge, además que muchos menores siguen viviendo en un «limbo» por carecer de estatus migratorio oficial o acceso a la educación o tratamiento médico básico y recuerda que los conflictos suponen el 80 por ciento de las necesidades humanitarias. «Desde Ucrania hasta Yemen, desde Etiopía a Nigeria las partes deben respetar la regla básica de la guerra: proteger a la infancia», puntualiza.