El Tapón del Darien, la inhóspita selva que separa Colombia de Panamá, registro en 2022 el paso de casi 250.000 migrantes y refugiados, casi el doble de los 133.000 de 2021, una cifra récord que se dispara especialmente en el caso de los ciudadanos venezolanos.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha utilizado estos datos, recabados por las autoridades panameñas, para advertir de que esta ruta sigue estando especialmente transitada, a pesar de que «muchas personas han perdido la vida o han desaparecido» por el camino.
La OIM tiene constancia de 36 fallecidos, pero al mismo tiempo reconoce que es «una pequeña fracción» de la cifra real, ya que en gran parte e los casos no se localizan o recuperan los restos de quienes pierden la vida.
Otros cruzan, pero lo hacen con «problemas de salud significativos», tanto físicos como mentales, como ha apuntado en un comunicado el jefe de la OIM en Panamá, Giuseppe Loprete. «Las historias que hemos oído de los que han cruzado atestiguan los horrores de este viaje», ha añadido.
Por nacionalidades, los venezolanos suponen más de la mitad del total de cruces, con algo más de 150.000. El dato multiplica por más de 50 el registrado en 2021 y está claramente por encima del de ecuatorianos (más de 29.000), haitianos (más de 22.000) y cubanos (casi 6.000).
En cuanto a géneros, casi tres de cada cuatro migrantes eran hombres, mientras que el 16 por ciento de los casos registrados corresponden a niños o adolescentes.
La OIM ha vinculado el repunte de los cruces en esta zona con un empeoramiento de las condiciones socioeconómicas en parte de los países de la región, por lo que ha instado a adoptar una respuesta coordinada que contemple, entre otras medidas, rutas y mecanismos de migración seguros.
Fuente: (EUROPA PRESS)